En el día de la Tierra..

Hoy 22 de abril, se conmemora el día de la Tierra, una fiesta que pertenece a todas las gentes y cuyo enfoque reside en la toma de conciencia de los recursos naturales de la Tierra y su manejo, la educación ambiental, y  la participación como ciudadanos ambientalmente conscientes y responsables.

Es una pena que sólo sea un día en el que las voluntades se aúnen para cuidarla, el día de la Tierra debía ser todos los días, porque cada día podemos hacer algo por este bello planeta hogar que nos acoge. No obstante, soy optimista y creo que esa conciencia se expande y será cada día mayor, por fortuna.

Como ciudadana de la Tierra, muy terrícola (y orgullosa de serlo), Bióloga de profesión y de corazón, y de paso gnomo :-), me gustan mucho las actividades en la naturaleza (en un momento de mi vida incluso fue mi dedicación exclusiva como parte de mi desempeño profesional, juro que nadie en este mundo se ganó el dinero más a gusto jaja!), adoro poner los pies descalzos sobre la tierra, curar mis dolencias con hierbas, y conectar con sus piedras, rocas y cristales …. por si no lo había dicho antes ;-). De vez en cuando también, me gusta otorgarle ofrendas de agradecimiento por todo cuanto nos brinda de forma tan generosa y desprendida.

Revisando estos días las memorias de mi desaparecido grupo de MSN, encontré un relato que escribí allí para narrar una experiencia que tuvimos mi pareja y yo, en una pequeña ceremonia de ofrenda que le hicimos a la Pacha y que en esta ocasión me gustaría compartir con todos mis lectores, ya que la ofrenda era justamente un cuarzo…. es lo que se conoce como «siembra de cristales», ella nos da cristales de su regazo y nosotros se lo devolvemos programado con nuestro amor y agradecimiento. Pero no me extiendo más, he aqui la historia:

Hace poco, cómo cada momento libre, mi Mag y yo nos fuimos a pasar un rato en la montaña. En cierta zona hemos creado nuestro «lugar de poder», un circulo de piedras, estratégicamente ubicado en el interior de otro semicírculo de árboles. Lo escogimos por intuición, percibiendo la energía. Hace meses que está ahi, por fortuna nadie lo ha destruido, aunque estamos seguros que si que lo han visto. Lo creamos un dia con un ritual sencillo erigiéndolo en un sitio de luz, no sólo para nosotros sino para todo aquel que se acercara.
Cada tanto vamos ahi, nos introducimos en su interior, hacemos Reiki, o simplemente nos quedamos alli en su interior meditando y escuchando el rumor del viento.
Ese día íbamos con un cristal de cuarzo biterminado, para enterrarlo en el centro del círculo, una ofrenda para nuestra mami Tierra. Ya el camino se presentaba mágico, subíamos con el coche por las interminables curvas de la montaña, cuando de pronto nos encontramos en medio del camino a una ardilla!, ella se detuvo en seco y de repente echó a correr, y se subió en las barandillas del camino, una serie de bloques de cemento que lo bordean como barrera ante el precipicio. La pequeña ardilla empezó a saltar de bloque en bloque, al ritmo de nuestro coche ¡como si quisiera competir a ver quién llegaba más rápido! jaja! alucinábamos, qué alegría!! después de correr por los bloques se lanzó al tronco de un árbol y ahi se nos quedó mirando como nos alejábamos, como si nos despidiera, tal vez nos deseaba buen viaje! jeje! fue un buen augurio, no hay duda, nos solemos fijar muy bien en la clase de animales que vienen a nuestro encuentro en nuestras excursiones a la montaña, siempre traen un mensaje, y bueno, no sólo en la montaña, hasta en la ciudad y en sueños, los animales nos comunican un mensaje sutil con su presencia, pero de eso hablaré en otra ocasión…
En fin que muy contentos subimos, aparcamos el coche a un lado de la carretera y subimos a nuestro lugar secreto. Hacía un día precioso, muy soleado, brillante, el aire estaba límpísimo y la atmósfera tan clara que podiamos ver claramente desde la cima, la línea que separa al mar del cielo, que lo tenemos al frente. Nos sentamos en torno al círculo de piedras, saqué el cristal para programarlo justo en el momento preciso en que un rayo de sol al abrirse paso entre las hojas de los árboles, dió nada más y nada menos que en mi frente! donde me habia colocado el cristal para instilarle el programa ;-). Hice la visualización y lo consagré durante un rato, con un propósito de luz y apoyo en su proceso de Ascensión al planeta, contando y pidiendo permiso y ayuda a los devas del lugar, un rato en el que de pronto se oyeron multitud de murmullos en el aire proveniente de las criaturas vivientes del lugar que formaron una algarabía acompañados por una importante ráfaga de viento….
¡todos colaboraron! aquello parecía una fiesta! fue muy mágico todo porque al acabar la programación, todo volvió a la normalidad con el murmullo apacible y suave del viento….
Luego me dispuse a levantarme para buscar alguna piedra puntiaguda para cavar el hoyo y en eso me encontré con un ala de libélula oculta entre la hierba, me llamó mucho la atención por curioso, y se la mostré a mi chico, él la tomó en su mano y concluimos que tal vez se trataba del ala de un hada jeje! y cúal no sería nuestra sorpresa que al instante mismo de decirlo, sopló el viento y el ala se voló y fue a aterrizar justo al interior de nuestro círculo!!! vaya sorpresa!! así es que con la divertida alita nos dispusimos a enterrar el cristal y a consagrar la obra, hicimos algunos decretos y dimos un poco de Reiki sellando de este modo la ofrenda.
Luego retozamos un rato por ahí y volvimos a casa. Al llegar fui corriendo a buscar mi libro de animales de poder y esto fue lo que conseguí, respecto al mensaje de la ardilla:
«Si entre las hojas de los árboles una ardilla ves correr, o simplemente descansa disfrutando de su nuez, es una señal de que algo bueno vendrá.  Tiempo de tranquilidad y paz, de dulzura, armonía con el entorno y con tu parte interna. Observa su armonía y tranquilidad; siéntela en ti. Mira cómo disfruta lo mágico y natural sin problemas ni preocupaciones. Sé por un instante como ella. Anda al bosque y rueda entre las hojas y el pasto, escuchando el sonido de la vida».
Luego, el mensaje de la libélula (que era la primera vez que veíamos libélulas en la zona):
«Desde las aguas emergen. Sobre sus alas reflejan luminosidad. Son el espejo de lo invisible y fugaz. Si estás atento, hadas, silfos y duendes podrás observar. Cuando veas una libélula, significa que cerca tuyo hay seres esperando que los percibas. Ellos están ahí para cumplir algún deseo».
¡¿QUE TAL?! 
A 5 años de ese suceso, aún alucino…
PD. Actualización: Para el año 2015 que estamos, han pasado 11 años,  el círculo de piedras sigue ahí, campante y curativo, estuvimos allí la semana pasada compartiendo en ese entorno mágico 😉

Rita  Stone – https://entrepiedras.es

 


3 comentarios

  1. Me encantó tu historia preciosa. ¡Gracias por compartirla! Lamentablemente, no sabía que el 22 era el día de nuetra amada Gaia, tengo presente el mes de agosto, por la Pachamama.
    Un abrazo linda :-)))

  2. Nina Rita! Que linda historia, recien la leo pero me llega en el momento exacto…ya te contare. Me encantaron los mensajes de los animales, pasame el dato del libro para comprarlo. Un abrazo a la distancia!

    • Victoria el marzo 30, 2010 a las 4:18 pm
    • Responder

    Increíble, Rita, una de las historias más hermosas que he escuchado. Parece que aquel día todo era mágico…es de esos días que se conservan como oro puro en el corazón,
    La idea de regalarle a la mami tierra es excelente, un regalo que ella nos entrega en forma de cristal y que se le devuelve energetizado y con buenos deseos. Fantástico!

    Para mí también fue maravilloso conocer al deva del cristal; en tu dibujo aparecía casi tal cual lo vi en mi viaje al cuarzo. Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido últimamente.
    Gracias.

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